Día de la televisión: nuevas formas de comunicar

La primera trasmisión de la televisión fue en 1926, pero su desarrollo continuó hasta que, en 1937, comenzaron las transmisiones regulares en Reino Unido y Francia. Ahí comenzó la gran revolución comunicativa que traería este invento, que en 1940, adquirió color gracias a la aportación de Guillermo González Camarena.

Así como la información cambia a cada momento, también los medios de comunicación y la forma en la que se debe transmitir el mensaje. Tener esto en mente en todo momento es crucial para poder mantenerse en el medio comunicativo. De este modo, cuando la televisión llegó, surgieron nuevas necesidades y nuevas formas de entender la transmisión de la información, el entretenimiento y la publicidad. Se formó una nueva industria que poco a poco se haría más compleja. 

Así fue que la pantalla se estableció como el centro de la mayoría de los hogares de todo el mundo, alrededor de la cual se organizaba la disposición del resto de los muebles y las actividades diarias. Las tardes de entretenimiento cambiaron por completo.

Y en el terreno de la publicidad, su inicio en la pantalla fue muy distinto de lo que conocemos hoy en día. El primer comercial de la historia de la televisión apareció en 1941, fue por parte de la joyería Bulova de Nueva York1.  Éste era muy simple y corto, con una imagen fija y una voz en off. Se transmitió en mitad de un partido entre los Brooklyn Dodgers y los Philadelphia Phillies y costó sólo cuatro dólares, pero fue el inicio de una evolución que hoy en día sigue sorprendiéndonos. 

En un inicio no había una regulación ni censuras, por ejemplo, era muy común ver comerciales de cigarros donde los actores fumaban en una atmósfera de glamour, estatus e intelectualidad para reflejar aspectos “positivos” de esta actividad. La década de los 50 fue particularmente especial para la publicidad, los marketeros del momento, que ya conocían las ventajas de la televisión, dieron rienda suelta a su creatividad con eslóganes difíciles de olvidar, canciones pegadizas, actuaciones muy teatrales para la televisión y logos llamativos. 

La televisión ofrecía la posibilidad de llegar al público de manera más directa y completa para crear experiencias y generar cambios de conducta. Por ello, la publicidad comenzó a apelar más a las emociones y, sobre todo, a las necesidades inmediatas de los hogares.

La publicidad se especializó y vio en la pantalla chica el gran medio de exploración y explotación para sus intereses. El número de agencias publicitarias creció y con ello la cantidad de comerciales en la televisión, la cual cada vez se extendía más en la población. La segmentación de público se hizo presente porque ahora se podían hacer estudios de quiénes permanecían más tiempo en casa frente a la televisión.

Podemos decir que el beneficio fue mutuo, la publicidad exploró un nuevo campo, perfeccionó sus métodos e ideó nuevas formas de llegar a su público ideal; por su parte, la televisión se enriqueció con la publicidad y se consolidó como una gran industria comunicativa. 

Así pues, la televisión ha tenido que adaptarse a los cambios y a las nuevas formas de comunicación. El apagón analógico representó una nueva era para este medio, en la que se sumó al inevitable mundo del internet. Así pues, el streaming brinda las ventajas de la televisión y el internet. 

Entonces, ¿la televisión convencional está en crisis? Es preferible mencionar que está en cambio, lo cual no es algo negativo; por el contrario, aceptar que el comportamiento de la audiencia ha cambiado y que es necesario también cambiar las formas de comunicación, garantiza la vigencia de la pantalla chica. Además, también beneficia a la accesibilidad y comodidad de los usuarios.

Uno de los cambios más visibles es que el uso de la pantalla se ha fragmentado, es decir, la vida cotidiana ya no gira alrededor de la televisión. Ahora las pantallas han tomado cada lugar de los hogares con los smartphones, las computadoras y las tabletas. Así que el streaming busca contrarrestar esta situación al ofrecer las conocidas y valiosas ventajas de la televisión (alcance y simultaneidad, por ejemplo) y las del internet en un mismo lugar. Es un cambio reciente y sus efectos comenzarán a verse en los próximos años. Sin embargo, la publicidad ha sido beneficiada en este cambio, pues la televisión conectada al internet ofrece la posibilidad de fragmentar para llegar a públicos muy específicos y poder sumar este recurso a sus campañas publicitarias con números claros.

La televisión no agoniza, sólo está en cambio. Y continúa siendo uno de los medios de comunicación más importantes del mundo. Prueba de ello es que tan sólo en México, 32.3 millones de hogares cuentan con al menos una televisión, esto significa que el 92.9 % del país es público de este medio.