La inteligencia digital permite analizar para predecir y para corregir, no sólo para medir el crecimiento. Para reducir ese margen de incertidumbre sobre el que trabaja el marketing, siempre sujeto a los cambios sociales y digitales, la inteligencia digital ofrece la posibilidad de analizar los datos y traducirlos en información de valor para:
1. Prever errores futuros. Se analizan datos de fallos pasados para conocer en qué circunstancias se dieron y comparar las acciones presentes para predecir errores con días, semanas o meses de anticipación.
2. Crear planes de emergencia. Los datos permiten conocer cómo funcionan los canales, cuáles son sus fortalezas y debilidades, esto permite crear hipótesis sobre fallos posibles, ya sean por circunstancias externas o errores humanos y, si fuera el caso, contar con un plan estratégico de emergencia. Tras la pandemia, sabemos que contar con planes de emergencia ya no es una opción sino un requerimiento.
3. Detectar el origen de los fallos. Una analítica de datos completa permite rastrear el customer journey desde el primer clic hasta el abandono o la compra exitosa, saber de dónde vino y cuál es su comportamiento. Gracias a esto es posible detectar constantes negativas que evidencien dónde está el error. Por ejemplo, conocer en qué canal existe menor número de conversión y en qué paso del journey se realiza el abandono, permite corregir de manera efectiva el error.
4. Conocer a profundidad a los consumidores. La información sobre los gustos y el comportamiento de las y los clientes permite mejorar su experiencia de compra para aumentar la retención.