Cada año se desata una enorme competencia por ver cuáles son las mejores campañas lanzadas para el Super Bowl. No es para menos, pues es uno de los eventos con mayor audiencia en el año. Tan sólo en 2022 llegó a 112 millones de espectadores. Con un público de ese tamaño, es claro que las grandes marcas quieran generar la mayor cantidad de engagement y alcance.
En 2007, Doritos hizo lo que muy pocos hubieran pensado: dejó en manos de su público amateur la creación de su comercial para el Super Bowl. Durante diez años, para cada edición del evento deportivo la compañía lanzó un concurso para elegir la mejor idea y, para cuando la campaña cerró, ya ofrecían un presupuesto de 1 millón de dólares y la oportunidad de trabajar de la mano del director de cine Zack Snyder. Sobra decir que los comerciales de Doritos estuvieron, año con año, dentro de los más vistos durante el Super Bowl.
El éxito de la campaña fue rotundo, llevando la conversación más allá de los 30 segundos que duraban los comerciales y fuera de los medios tradicionales que realizaban las transmisiones del partido.